LA EDUCACIÓN.
Existe un ingrediente fundamental para que el desarrollo y el progreso de una nación sea no sólo sostenible sino permanente, creciente y masivo. Corresponde al ámbito humano y es la educación.
Energía sutil y penetrante, la educación ilumina el pensamiento. Como un abanico que se despliega, abre el campo de la visión hacia posibilidades infinitas, permitiendo ver siempre un poco más allá. El “ver más allá” es la condición para vencer el miedo hacia lo desconocido y para despertar las capacidades y potencialidades que guarda cada persona en sí misma.
Cuando muchos seres, individualmente, iluminan su pensamiento toda su comunidad es iluminada y la luz se multiplica infinitamente. Con luz, es decir con educación, el camino se ve más claro, es posible evitar los tropiezos y discernir entre los falsos y los verdaderos líderes. Por esto, la educación es ingrediente fundamental de una nación.
Existe un ingrediente fundamental para que el desarrollo y el progreso de una nación sea no sólo sostenible sino permanente, creciente y masivo. Corresponde al ámbito humano y es la educación.
Energía sutil y penetrante, la educación ilumina el pensamiento. Como un abanico que se despliega, abre el campo de la visión hacia posibilidades infinitas, permitiendo ver siempre un poco más allá. El “ver más allá” es la condición para vencer el miedo hacia lo desconocido y para despertar las capacidades y potencialidades que guarda cada persona en sí misma.
Cuando muchos seres, individualmente, iluminan su pensamiento toda su comunidad es iluminada y la luz se multiplica infinitamente. Con luz, es decir con educación, el camino se ve más claro, es posible evitar los tropiezos y discernir entre los falsos y los verdaderos líderes. Por esto, la educación es ingrediente fundamental de una nación.