3/11/2007

FLECHAZO.

Sin mostrarme,
anónimamente, elogié tu mirada
y jugué con las sensaciones que me producía.
Sin demorarte,
respondiste diciendo que por mí habías sentido un flechazo.
Y mi vanidad despertó.
Mas pronto recordé
que habían sido mis palabras las que te habían gustado.
Es prematuro y arriesgado.
No te apresures, aún no me conoces.
Aunque artefacto de certeza,
La flecha también se rompe.